Monday, March 12, 2012

La Alegría

La Alegría

"El corazón alegre es una buena medicina."(Proverbios 17:22)

El agradecimiento, la alegría, la benevolencia, la confianza en el amor y en el cuidado de Dios, constituyen la mayor salvaguardia de la salud. Para los israelitas debían ser el principio fundamental de la vida.
Los tres viajes anuales para asistir a las fiestas de Jerusalén, la estada de una semana en cabañas durante la fiesta de los tabernáculos, eran oportunidades para descansar fuera de casa y cultivar la vida social. Esas fiestas eran ocasiones de regocijo aun más endulzado y enternecido por la circunstancia de que en dichas fiestas se daba hospitalaria acogida al extranjero, al levita y al pobre.
"Te alegrarás con todo el bien que Jehová tu Dios te hubiere dado a ti y a tu casa, tú y el Levita, y el extranjero que está en medio de ti." (Deuteronomio 26:11.)
Así también, en tiempos posteriores, cuando en Jerusalén se leyó la ley de Dios a los cautivos vueltos de Babilonia, y cuando el pueblo lloraba sus transgresiones, se pronunciaron las siguientes palabras de misericordia:
"No os entristezcáis.... Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen prevenido; porque día santo es a nuestro Señor: y no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fortaleza."(Nehemías 8: 9, 10.)

Dios dio a Israel instrucciones acerca de los principios esenciales para la salud física y moral, y tanto respecto a éstos como a los referentes a la ley moral el Señor les mandó lo siguiente:
"Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes: y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos: y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas." (Deuteronomio 6:6-9.)
Si los israelitas hubiesen obedecido las instrucciones recibidas y aprovechado sus ventajas, hubieran dado al mundo una verdadera lección objetiva de salud y prosperidad. Si como pueblo hubieran vivido conforme al plan de Dios, habrían sido preservados de las enfermedades que afligían a las demás naciones. Más que ningún otro pueblo, hubieran tenido fuerza física e intelectual. Habrían sido la nación más poderosa del mundo. Dios había dicho:
"Bendito serás más que todos los pueblos." (Deuteronomio 7:14.)

Los israelitas no cumplieron el propósito de Dios, y por tanto no recibieron las bendiciones que hubieran podido ser suyas. Pero en José y Daniel, en Moisés y Eliseo, y en otros muchos, tenemos nobles ejemplos de los resultados del verdadero plan de vida. La misma fidelidad producirá hoy los mismos resultados. Para nosotros fue escrito: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable." (1 Pedro 2:9.) Ministerio de Curación, Pags. 214- 218

Gracias Rawson por compartir estas lecturas maravillosas. Dios te bendiga.

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