Tradicionalmente, cada 14 de Febrero la gente intercambia regalos que demuestran su amor o amistad mutuos. Pero creo que a veces olvidamos a aquellos que no pertenecen a nuestro círculo de amigos o familiares. Dejamos fuera a algunos conocidos, a los menos conocidos y por supuesto a los extraños. Se nos olvidan los pobres, los señalados, los menos amables, etc.

 Este 14 de Feb. quiero invitarte a que te unas a un plan diferente, que se enfoque no tanto en agradar a los de siempre, sino en agradar a Dios y a los menos afortunados, a los poco apreciados, etc. Quiero ver a la gente a traves de los ojos de Dios, que llene de amor mi corazón para que mi espíritu llore cada vez que el corazón de Dios sufra con los sufrimientos ajenos y que me dé la gracia y sabiduría para aliviar ese dolor. Que me permita ver a Jesús en cada cara de quienes me rodean no sólo en este día, sino en todos los que El me conceda.  Que dices?  Te animas? Comenta y comparte tus ideas. Aquí va una idea:

Podemos empezar por darle una notita amable a una persona que no conoces, una tarjetita nuestros maestros y definitivamente una al más regañón (ellos hacen un trabajo muy importante, pero poco apreciado y agradecido); podemos ayudar en algo que un vecino anciano necesite, llamar al amigo que no ves desde hace mucho tiempo, en fin,  comparte tus ideas.

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